Mi cabello huele a café.
Mis ojos, cataratas cósmicas que soberbias cortejan el zenit.
Mi nariz, se adorna con mentiras blancas para protegerme de los extraños a los que -como dice mi mamá-: "No debo hablarles".
Mis labios se expanden cuando interceptan tu alma en una milésima de segundo.
Mis dientes sexuales se tocan a altas horas de la noche bajo la palabra: ansiedad.
Mis orejas de tamaño promedio, tienen complejo de maestro de ceremonias.
Mis cejas, pobladas de habitantes rebeldes...enfatizan la profundidad de la astronomía.
Mis manos, dedos, piernas, pies, abdomen...mi cuerpo: la síntesis. Canal de fuego.
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