Aquí estamos, una vez más, tu y yo en la intimidad de mi habitación.
Debo confesar que estoy sudando de nervios...disculpa.
Bueno, ¿gustas una tacita de café? ¿insípida ó con diabetes? no, no es que tu dime, ¡tu te la vas a tomar!.
¿Viste la luna hoy?, era yo, ó ¿estaba más preciosa que de costumbre?....si pues, ya me
conoces, solo comentaba.
Luces muy bien, si me permites comentarlo.
¿Cómo? ¡ah! si, gracias estoy dejando que cresca más, ya sabes con tanta porquería que uno como mujer le echa al pobre cabello, yo ya me compadecí.
Insisto, que divina noche.
El silencio, la calma, el equilibrio, los detalles románticos e implícitos, pareciera que solo existimos tú y yo en el mundo.
¿Sabes? sería agradable... pues sí tenemos nuestras diferencias de repente, pero ¿quién no?, a tu lado no hay morbo, no hay perversión, solo la exquisita figura delicada de un cuerpo en claroscuros.
Disculpa mi atrevimiento,
no me malinterpretes
no quiero que pienses que te coqueteo ó algo por el estilo,
pero es que si me miras de esa forma
¿qué esperas que haga? ¿evitarte? ¿fingir?...
sigo siendo mortal.
¡Es que tú tienes la culpa!
no cualquiera...no cualquiera me toca de esa forma,
es como si me hubieses esculpido mientras me formaba en el interior de mi madre...
con cariño, con entrega y unicidad.
Vayamos al grano, no puedes fingir demencia, no puedes decirme
"Yo no sabía", por qué no es así.
Te necesito en ésta y en mi otra vida:
fiel, con compromiso y comprensión y con toda la pasión que posees...
todo eso quiero y más, siempre más...no me sacio de ti
¿Y sabes que es lo mejor? que eres infinita...
No asientas,
no niegues,
no hables,
no calles,
no llores ni cantes,
no rias a carcajadas,
no me pidas perdón,
no me mires con miseria,
no me des la espalda,
no, no, no, no.....¡¡NO!!
No te comportes,
ni te limites,
ignorame,
regañame,
abrazame,
besame,
tocame,
muerdeme,
amame...
Somos tú y yo la negación y afirmación...
equilibrio: acción y reacción.
