A veces me pregunto si realmente soy feliz o solo es otro método de supervivencia desarrollado por mi cerebro para no colapsar. No sé si estoy perdidamente enamorada o simplemente me convertí en alguien co-dependiente, obsesionada, adicta. A veces estoy convencida de lo que hago, cada palabra, cada acción, cada mirada y otras no tengo idea de quién soy y qué hago con mi vida. Me inunda un miedo indescriptible, como si supiera que me quedan pocos días de vida. No quiero sonar pesimista ni soberbia (aunque creo que lo haré) pero a veces pienso que tengo la “maldición de las buenas personas”, de ésas que entre más se esfuerzan en ser mejores, siempre les pasan cosas malas.
Es muy triste pensar así, lo sé. Lo bueno es que solo me pasa cuando estoy deprimida y por lo general me paseo en la nostalgia...¡Juro que no es lo mismo!.
