*Uno de mis primeros poemas, lo escribí cuando tenía cerca de 12 años
La sangre corre por mi rostro, abriendo heridas, buscando razones.
Presagia agonía…
En ésta noche sin Luna,
Sólo quiero encontrar tu rostro temeroso.
Busca otro sentido al dolor, ámalo, está contigo, es tu único amigo.
Unámonos en esta danza metamórfica,
Ajustemos cuentas,
dame una buena razón.
Siempre dijiste que la verdad era tu aliada,
Y una vez más me has defraudado.
Hoy, mi fuerza se ha desvanecido como neblina
En el horizonte de mi interior.
Cada aliento, es un paso más al más allá…
Lentamente mi cuerpo frío me dice que ya no puede.
Intenté decírtelo.
Pretendí que no había nada que aclarar.
Cómo me pesa mi error,
y ahora que más da.
La muerte me hace notar,
que tengo que irme ya.
Espero que te pudras toda la eternidad,
Espero que me recuerdes cada noche al irte acostar,
Y que veas mi rostro cuando tus ojos cerrados esten,
Y que sientas las balas que atravesaron mi corazón.
Quiero que tomes mi sangre y la esparsas por tu inútil rostro,
Tu estúpido rostro asqueroso, que solo pretendió amarme.
Que me hizo volar estando viva,
Que me dió razones para permanecer activa.
Más te vale que no llores por mí,
Por que si lo haces vendré a buscarte y te arrancaré de este mundo.
Lo que más detesto de todo, es que aún agonizante
No puedo odiarte, porque siempre fuiste mi mejor y único amigo.
Olvida mis malos pensamientos,
Toma en cuenta la locura de los últimos minutos.
El delirio de la muerte... se hace presente.
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