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sábado, 29 de junio de 2013

Te pensé y escribí

"Al abismo y sin dudarlo, 
caigo lento, 
todo tiene sentido y no lo cuestiono, 
el abismo es mi destino,
 el abismo camino también cielo. 
Me dejo ir al abismo, y le llamó abismo sólo para no llamarlo tú."


-De un felino con corazón en llamas

martes, 25 de junio de 2013

Giranoche





No puedo dejar de pensar en él.
Está solo, es de noche y creo que tiene sed.
Llegó hace unos días y no logra adaptarse,
está llorando por mí, por él y por todos nuestros pecados.
Es un mártir.

¿Cómo llora un girasol?

No puedo dejar de pensar en él.
Está solo, fue arrancado con frialdad en busca de un nuevo hogar
pero le rompieron el corazón. Lo entiendo.
Él y yo nos anulamos, somos un terrible y delicioso encuentro.
El vacío que no alcanza para los dos.

¿Cuántas clases de girasoles existen?

Si cierro los ojos, lo veo, 
cabizbajo cediendo a la rendición de quien el amor huye.
El tiempo huele a Romeo e intoxica a Julieta.

No puedo dejar de pensar en él, 
tan acompañado y tan solo, tan devoto al sufrimiento.
Destinado al odio a pesar de su brillantez,
lo infectamos con nuestra transacción de esencias.
Está mareado ¿Quizás inconsciente?
Ojalá muera...
Ojalá muera.

¿Cómo muere un girasol?

Entre la noche y el día, 
la indecisión y la agonía, 
en el paralelo y un adjetivo calificativo
con contenidos explícitos, sexuales, violentos.

No puedo dejar de pensar en él.
No puedo dejar de...