.

.

viernes, 11 de enero de 2013

ALEPH

Ella corría cuando la ví por primera vez, se detuvo y agitada me miró. Años después supe que huía de la muerte. 
-"No hables, no digas nada y solo llévame a casa" -me dijo en aquella ocasión.
-"Es una situación delicada, como verás no te conozco" -contesté, 
-"Antes que nada... Tienes que saber que no estoy huyendo, me estoy encontrando"                  
-replicó mi Aurora, piel de estrella.