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miércoles, 30 de julio de 2014

La mímica del llanto

Hoy todo duele un poco más de lo habitual.
La cotidianidad consume a quien no le quema el corazón.

Abriendo la puerta me dí cuenta que algo se rompió, al principio creí que era la llave mal puesta y chocando con sus dientes contra la cerradura, pero después de una breve pausa alcancé a sentir pedazos de nosequé dentro mío. Me puse triste ¿a dónde se irán esos fragmentos? tengo la impresión de que no podré volver a recuperarlos.

Hoy no he dormido nada, ni ayer ni antes de ayer, ni años atrás cuando no habías llegado a mi vida.

¿Sabes que odio? odio que me despierte mi propio llanto entre sueños; creo que es una de las sensaciones más deprimentes. 
¿Llorar en tus propios sueños? es decir, un mundo que creas y te pertenece ¿por qué querrías sabotearte en la onirica de las posibilidades infinitas? ...Como si quisieras divulgar como refrán instalado en las costumbres y tradiciones: "Soy tan triste que hasta en sueños lloro". 

Hoy todo duele un poco más de lo habitual.

Le metí el dedo a una sandía. La violé y ya estaba seca. Se había echado a perder. Te digo que no dejo de pensar en eso...Créeme, en cuanto sentí la textura fría y vi su color rojo queriendo revivir, algo me pareció que desfasaba en mi cerebro y se me pusieron los ojos llorosos ¿te parece morboso?

Estoy pegada a ésta pantalla esperando un signo de aprobación, la calumnia de mi vida, la mártir de closet que soy.

Demonio del drama ¿cómo niegas tu naturaleza? 

A veces solo queda resignarse a la verdad que habita más allá de ti.
A veces solo queda el dolor burlándose de ti en voz bajita y no te queda de otra más que acostarte con él para convencerlo de algo que ni tú sabes que es.

...Nada va a quedar de mí. 

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