.

.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Autorretrato a los 26


Inspirado en "Autorretrato a los 27" de Julián Herbert


Soy una muchacha bastante solitaria
cuando logré convencerme
de que no soy la madre
de mi madre
ni de mi padre
ni de mis hermanos
me mudé de mi casa
Aquí
estoy dejando el viejo hábito de sobrevivir
comienzo a descoserme la oscuridad
vieja y clara compañera
Aquí recuperé mi nombre
y mis ideas
armas blancas
en la guerra auto marginada
Lo dije antes
yo soy una muchacha bastante solitaria
y la gente lo sabe
y lo respeta
no sé si me gusta o no
comenzar a ver la línea que me define
palpar los cráteres del vacío
ser tan consciente
tan real
también hiere
He tenido razón algunas veces
-si la razón es un barco ebrio
he sido un capitán ¡de puta madre!-
Tengo el recuerdo de un viaje en tren
las nubes desnudándose lentamente
el sonido del limbo en vagones
de un gris blanquecino que me hacía llorar
 “¡Qué bien lo haces!”
me decía la vida y me sonreía
y yo guardaba silencio
para dejar que cada palabra se anidara
dentro mío
“que-bien-lo-ha-ces”
y yo miraba ese asiento vacío
y sabía que éramos
dos pasajeras exiliadas enamorándose
mientras los rieles se expandían
y nos rompían los huesos
no nos cabía tanta libertad en el pecho
Desde entonces cada que veo
nubes desvistiéndose en mi techo
o estoy en un sitio que parece abandonado
algo de mí crece como un órgano reproductor
como otro sexo
como una necesidad de parir libertad
pero no hablo de erotismo
sino de que disfruto la sensación de dar vida
Bastante solitaria es cierto lo confieso
me he besado cuando llegué a este nuevo hogar
quien me viera hoy caminando por la columna
de la calle libertad
mi madre gritándome hija
mi padre gritándome hija
mi hermana gritándome hermana
mi hermano mirándome sin decir nada
pero mirándome
Mientras pienso en cuando volveré a viajar
y si mi enamorada del vagón
vivirá conmigo en la palabra Argentina
Pienso en mi desnudez
en la orgía de calor comunitario
que dejamos
al tocar el mismo tubo en el camión
testimonio de que estamos vivos
aunque nuestros semblantes sean
a veces un animal muerto que nos guía
pienso en esa hermosa contradicción
en que la vida si quiere a la vida
y me lleno de fe
También pienso en este poema
que escribo a los 26 años
y pienso en este momento
en el que he dicho que estoy sola
pero dentro de mí no lo creo
una muchacha bastante solitaria
una verdad a medias
como todas las verdades humanas
una muchacha bastante humana
Tengo derecho a sentirme humana
aunque sea a medias
porque también mi calor es huella
y viaja y acompaña al mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario