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lunes, 18 de noviembre de 2013
Cánticos lunares
Me enamoró su corazón de caramelo,
su camaleónico aspecto
y la bondad en el viento que dejaba tras su andar.
Me enamoró su misterio,
/¿tal ves un reflejo?/
lo inalcanzable, un supuesto sueño.
Pasé de observar a contemplar,
iba y venía en lapsos que duraron años.
/Aquí no existen "peros" o finales alternos/.
"Él es una especie rara ¿sabes?"
-le dije a mi madre-
"Lo sé"
-me contestó con la mirada-.
"Tiene como un cablecito que conecta su corazón directo a su lengua,
/por eso cuando habla el tiempo se detiene/
sus ojos tienen manos que te toquetean el alma con descaro,
/por eso le he tomado placer al exhibicionismo/
...¡Brilla en la oscuridad!
/y yo con mis obsesiones lunares/"
"¿Y?"
-preguntó mamá.
"Él comenzó a observarme y...Ahí se resolvió el misterio."
-respondí.
/repetí/
/repetí/
/repetí/
/razoné/
/canté/
/lloré/
/amé/
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