Noches en Alaska

Voy a dejarme morir por que lo merezco,

Voy a celebrar en nombre de los muertos,

Voy a prenderle fuego a mi rostro para pasar desapercibida,

Voy a llorar cuando todos rían y a reír cuando todos lloren,

Voy a hacer de mi cuerpo un banquete para los hambrientos en el desierto.

Es hora de nadar en Alaska, donde las noches reinan sobre el día

y el hielo te abraza, te escucha, te ama...

Es hora de cristalizar las lágrimas y creer en falsas esperanzas.