CUANDO LOS HIJOS SE VAN
Soñaba de jóven con una casita, en ella mirarme rodeado de amor.
La casa la tengo; pero es muy chiquita quisiera llenarla de amor sin dolor.
Cuando ellos parten, no sé si volverán sabe Dios que yo le pido por los hijos que hoy se van.
Ellos van con sus ilusiones presintiendo mi dolor, mañana sus corazones me olvidarán por otro amor.
A nadie yo culpo, es la ley de la vida a nadie reprocho mi cruel soledad.
Yo también fui jóven y dejé a mis viejos llorando por verme un día regresar...
Cuando ellos parten no sé si volverán, sabe Dios que hoy se van.
Ellos van con ilusiones presintiendo mi dolor...
Si a la puerta ya no puedo, en mi alma esperaré en mi alma esperaré.
Mi queridísimo abuelo:
GUILLERMO LICEA COMPARAN
Que hermoso!
ResponderEliminar¡Muchas gracias Lauram! gracias por darte una vuelta y leer nuestros corazones.
ResponderEliminarTristemente mi abuelito falleció hace unos años pero él es un héroe y mi mayor influencia y amor por la literatura. Esto es una forma de rendirle tributo, transcribiendo sus escritos.
¡Espero poder seguir encontrándote por acá!
Un abrazo.