“...Era una criatura romántica y sentimental, con 
tendencia a la soledad, de pocas amigas, capaz de 
emocionarse hasta las lágrimas cuando florencían las 
rosas en el jardín, cuando se quedaba rezagada para 
sentir el silencio triste de las habitaciones vacías. Pasaba 
por tímida y melancólica.”


-La Casa de los Espíritus. Isabel Allende.

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