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domingo, 28 de agosto de 2011

Plenilunio


Morí por unos instantes.
Me suspendí en el universo usando sus labios como arnés de seguridad, mientras los rugidos de león se mezclaban con sutileza en el inconsciente -de lo que asumí en ese momento- era mi cuerpo *quizás usted intentó decir: nave*.
Hoy es memorable.
Todo se refuerza, la metamorfosis alcanza su clímax y se materializa,
Hoy mi fuego huérfano a encontrado asilo en sus brazos,
Hoy nos desnudamos las almas durante la noche y el día...
Y al aterrizar abrí los ojos y al mirarlo, lo encontré para siempre a mi lado.

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