.

.

lunes, 30 de mayo de 2011

El hielo que se convirtió en fuego


El calor me pone de malas ó es mi cobardía que me impide decirte lo mucho que te quiero.
Quisiera abrazarte para sofocarte, obtener esa mirada de felino vulnerable que te sienta tan bien.
Me encantaría dejar de creer que existe neblina para caminar a paso firme y sin titubeos.
A estas alturas de mi vida el hielo comienza a echar raíz de cabeza a pies, no me siento yo...Pero a decir verdad ¿quién soy yo?.


Estoy en pausa, no puedo ser más clara. Pero no te confundas, mis latidos siguen estremeciéndose por tu presencia. Si te acercas más podrás ver un huracán que se reparte en tu honor en ambas pupilas.


El hielo es nuestro nuevo fuego.Nos endurece cuando queremos ocultar los ríos de lava que bailan en canales sentimentales, nos inmoviliza cuando nuestros cuerpos se saludan dulcemente envueltos en un embriagante éxtasis nocturno.

Pero la hipotermia (¡oh dulce cámara de sedantes!) ella es dulce y placentera como una mañana cálida en invierno a tu lado. Déjame ser friolenta, inquieta, risueña, déjame derretirte todos los días del año, prometo hacer que no te arrepientas de tenerme a tu lado.
Amigo, quisiera cambiarte el nombre en este preciso segundo...





2 comentarios: