.

.

martes, 5 de octubre de 2010

Mientras te espero


Mis piernas no dejaban de moverse, como si tuvieran vida propia
¿Inquietud eh?
me preguntó mi reflejo en el espejo,
"Para nada"
-le respondí en un tono altanero.

Procedí a encender un cigarro -espera, yo no fumo-.
Corrigo entonces.
Procedí a encender mi alma con estimultantes que llevan tu nombre.
Incendié:
mi mente,
mi espíritu,
el firmamento
y nos incendié a ambos en un flashback nocturno, latente y divino.
Encendí mi ventilador
una y otra vez,
para darme cuenta de que
el aire que me falta
es por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario