Tengo enchilada el alma por el hueco que me dejó mi ausencia.
|Quisiera vender mermelada para endulzarme de sonrisas la cara|
|Me pica la cabeza por la congregación que me come el cerebro|
|Él duerme sin saber|
|Quisiera aprender malabares con fuego para crear un símbolo coherente|
|La soledad le sugiere a la ansiedad masturbarse con mis labios|
|Ojalá no murieras|
Tengo cansancios acumulados;
me desmenuzan los nudillos a causa de las supuraciones cuerpo-iglú.
Tengo intermitencias;
me acompañan los del más allá en el más aquí.
Sara, dormiré con la ventana abierta.